Sartén. Consejos, usos, trucos y mantenimiento

La sartén es un utensilio muy práctico en la cocina para freír los alimentos. Consiste en un recipiente bajo y de poca profundidad hecho de materiales resistentes al calor y un mango con el que controlarlo y sujetarlo. Las hay de diferentes tamaños para acomodarlas a los diferentes fuegos de la cocina y a las necesidades de cada casa.

Las principales funciones de una sartén o los usos más comunes son los de:

• Freír, normalmente con aceite (aunque algunos alimentos se pueden freír con mantequilla, una práctica muy extendida en países en los que no se tiene tradición aceitera como en España).
• Saltear, con poco aceite y para alimentos de rápida preparación como verduras o pasta cocida. Son golpes de calor a mucha temperatura.
• Tostar, a modo de plancha, también realizado con poco aceite. Es importante estar muy atento y no dejar el alimento más tiempo del necesario en la sartén para que no se queme ni se pegue.

Hay distintos tipos de sartenes dependiendo del material del que estén hechas. Las más prácticas y aptas para todo tipo de cocinas son las de acero no aleado (no mezclado con otros materiales), que guardan y distribuyen muy bien el calor. Las que son de hierro o hierro colado tienen unas paredes un poco más altas para freír con mucho aceite o cocinar platos como tortillas. Aunque pesan, no se sobre calientan y reparten bien el calor. Duran más porque son más gruesas que otras.

Las sartenes de aluminio son menos pesadas y distribuyen bien el calor por toda su superficie, sin embargo, son oxidables y no se recomiendan para cocinas de inducción. El cobre apenas se usa porque, aunque es inoxidable, es un material caro y no guarda demasiado el calor. La sartén de acero inoxidable, pese a que retiene el calor y no se oxida, no se recomienda para las cocinas de inducción.

Un material muy importante en una sartén es el recubrimiento que lleve en la zona en la que se fríen los alimentos. Debe ser un material antiadherente para evitar que se pegue la comida y sea más fácil de limpiar. Este material suele ser el teflón. Es un tipo de plástico antiadherente, resistente al calor que no se oxida ni perjudica a los alimentos y recubre la sartén y la protege de posibles arañazos y desgastes.