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Primera reacción: nunca intentes encender el teléfono
Cuanto menos tiempo haya estado tu teléfono en el agua, menos serán los daños: aunque sea algo evidente, ten el reflejo de sacar tu teléfono del agua rápidamente. Sobre todo no intentes encenderlo, podría causar un cortocircuito. Ábrelo, saca la batería y la tarjeta SIM. Así podrás secar bien el agua que se haya filtrado.
El truco para secar el móvil
Si el móvil fuese un objeto más antiguo podríamos aplicar el truco de la abuela. Olvídate de los radiadores, secadores y otros aparatos eléctricos de ese tipo. Sumerge el teléfono (sin batería) en un bol con arroz crudo durante al menos 24 horas o incluso varios días: el arroz tiene la capacidad de absorber la humedad. Una vez que todos los elementos del teléfono estén bien secos podrás volver a encenderlo.
Nota: también puedes secar tu móvil al aire libre. En ese caso también debes esperar al menos 24 horas antes de intentar encenderlo.
¿El teléfono no se enciende?
Ante todo no juegues a ser MacGyver ya que podrías estropear aún más tu móvil. Contacta con el servicio post venta del fabricante, donde podrán decirte la gravedad de los daños y hacer posibles reparaciones.
Utiliza una funda hermética
Como dice el refrán, más vale prevenir que curar: la funda hermética para teléfono móvil lo convierte en hermético. Fundamental si piensas pasar unos días en la playa.
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