Siempre hay leyendas negras en torno al uso de los diferentes electrodomésticos que usamos en casa. La secadora es uno de ellos, que se ha hecho imprescindible en muchos hogares hace relativamente poco tiempo, por lo que goza de todo tipo de habladurías sobre lo bueno o lo malo que puede ser usarla.
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Ideas preconcebidas de las secadoras
«Es cara, molesta, mala para la ropa…». La secadora no siempre ha tenido buena fama. Sin embargo, los usuarios no le ven más que ventajas. Entonces ¿a quién creemos? ¿Y si nos olvidamos de las ideas preconcebidas para dejar paso a la verdad verdadera?
«Eficacia, ahorro de tiempo y de dinero…». ¡Es la apuesta ganadora! Olvida las largas horas tendiendo la ropa; olvida los tres jerseys que nunca consigues colocar en la cuerda de tender la ropa, la falta de espacio… ; olvida también la ropa que sale volando con el más mínimo golpe de viento (y que siempre caerá sobre la tierra recién removida del jardín).
La secadora se ha impuesto como la solución. Rápida, no tienes más que meter la ropa mojada en el tambor y apretar un botón. De una a dos horas más tarde tendrás tu ropa lista para guardar ¡o ponerte! ¡Zas!
Lejos quedan ya los tiempos en los que las toallas tardaban tres días en secarse. Normalmente secas tu ropa con lo que tienes a mano: un tendedero colocado encima de la bañera o una cuerda extendida entre dos ramas del jardín. Pero claro, entre que es la hora de la ducha o el chaparrón que ha pasado sin avisar, te encuentras con que tu ropa (que estaba casi seca) vuelve a estar igual de mojada que cuando salió de la lavadora ¡o más!
¿La solución? ¡Los que tienen secadora la han encontrado! Se acabaron las sorpresas desagradables, su ropa está siempre perfectamente seca y mucho menos arrugada.
- La secadora consigue la proeza de secar tu ropa en un ciclo de 1 a 2 horas, cuando tu cuerda de tender o la temperatura ambiental tardan de 24 a 48 horas.
¿Desde cuándo es útil la secadora para tu ropa?
- ¡Basta de ideas preconcebidas! La secadora no es ni mucho menos el enemigo número uno de tu guardarropa. Pues sí, el desgaste de tu ropa se debe sobre todo al hecho de llevarla puesta. Como muestra un botón: sobre 5 kg de ropa secada en la secadora, las pelusas que aparecen al final del programa no representan ni un gramo. Es lo mismo que si hubieses tendido tu ropa. Si, si, incluso al aire libre las fibras se sueltan y salen volando, o forman las famosas bolitas.
- El desgaste de la ropa se debe en un 70% al hecho de usarla. Un 20% se debe al lavado y solamente un 10% se puede achacar a la secadora.
¡Mejor aún, es buena hasta para la lavandera!
- Increíble pero cierto. Al salir de la secadora, 1/3 de la ropa no necesita ni planchado y los otros 2/3 se planchan mucho más rápido. Aunque la electrónica y los programas específicos de planchado fácil ayudan es, sobre todo, el principio del funcionamiento de la secadora lo que permite aligerar la tarea del planchado. La ropa es removida por aire caliente y con una duración adaptada, por lo que la ropa sale más suave, más mullida. ¡Se acabaron las telas ásperas y rebeldes!
- Equipadas con la función de planchado fácil, las secadoras con las mejores prestaciones permiten reducir a la mitad el tiempo de planchado.
- Secas tu ropa, no tu cuenta corriente
- Aunque hace 10 años las secadoras eran devoradoras de energía (la mayoría de los modelos eran de la clase F), hoy en día los modelos de la clase B (incluso A) empiezan a ver la luz. El resultado es que puedes reducir tu factura incluso un 66%. Verídico. Y las innovaciones tecnológicas son muchas, sobre todo desde la llegada de la electrónica «inteligente» que analiza, regula, y adapta el conjunto de los parámetro de lavado durante todo el ciclo de secado.
- Haciendo cuatro ciclos de secado de media por semana, el gasto ligado al consumo de energía asciende a unos 63 euros por año.
¿Cuál es el gasto anual de una secadora?
¿Estás pensando en comprarte una secadora? ¡Basta de ideas preconcebidas! Descubre por qué una secadora puede ayudarte a ahorrar tiempo y electricidad. Es cierto que hace 10 o 15 años las secadoras consumían mucha electricidad (la mayoría eran de clase F) pero hoy en día aparecen en las tiendas cada vez más modelos de clase A-40% hasta A-60%.
Las innovaciones tecnológicas han hecho mucho al respecto, sobre todo desde la llegada de los modelos de secadoras de gran capacidad y de la electrónica “inteligente” que analiza, controla y adapta el conjunto de ajustes de secado durante todo el ciclo para un consumo más ajustado.
Sin duda, los modelos que más ahorran son aquellos que tienen bomba de calor. Se acabó la resistencia que consume energía: la bomba de calor utiliza de manera inteligente el calor que absorbe de la habitación. Gracias a un funcionamiento en circuito cerrado, el consumo de electricidad es hasta un 60% más bajo que el de la clase A. En comparación con un modelo de clase B se puede dividir la factura ¡incluso en 2!
Por tanto, la respuesta a la pregunta es la A: 15 euros al año con una secadora A-40%.
Los 3 consejos del especialista: la secadora
El cuidado de la secadora va a permitir aumentar la vida de nuestro electrodoméstico y conseguir un funcionamiento óptimo durante más tiempo. Además el correcto mantenimiento evitarás mayores gastos de luz y, por supuesto, en reparaciones. Estos 3 consejos básicos te ayudarán con tu secadora:
- Limpiar frecuentemente los filtros: después de cada secado es conveniente limpiar el filtro antipelusas para evitar la obstrucción y almacenamiento de pelusas. La correcta circulación de aire evitará problemas a medio y largo plazo.
- Modelo de evacuación: si la secadora usa el sistema de evacuación, el tubo de evacuación no debe estar obstruido bajo ninguna circunstancia. Con ésto conseguiremos ahorrar energía. También es importante de cara a evitar posibles incendios.
- Modelo de condensación: si el modo de secado es por condensación es importante asegurarse de vaciar el depósito de recuperación del agua. Es posible evacuar el depósito hacia un desagüe en el momento de la instalación de la secadora, en este caso no sería necesario vaciar el depósito de la máquina.
Con estos sencillos consejos de mantenimiento se conseguirá una mayor vida de nuestra secadora y un rendimiento óptimo.
¿Existe una secadora barata?
Bomba de calor: la solución para secar tu ropa sin que suba la factura
¿Cómo funciona?
En un modelo clásico, una resistencia calienta el aire que es enviado al tambor gracias a una turbina. Lo que seca la ropa es el aire caliente que circula en el interior del tambor.
En un modelo con bomba de calor ya no existe la resistencia que consume energía. Para crear el calor, una bomba utiliza el calor presente en el ambiente. Este aire pasa a un evaporador donde se enfría y se le quita la humedad. Un condensador recoge el calor que después suelta aire caliente y seco. Este aire caliente pasa después al tambor a través de una ventilación.
Gracias a su funcionamiento en circuito cerrado, el consumo de electricidad se reduce hasta un 50% en comparación con las secadoras de clase A. Estos modelos vienen marcados como A-50%. Si los comparas con un modelo de clase B puedes incluso dejar tu factura en la mitad.
En cualquier caso, el vapor de agua condensado es evacuado gracias a un kit de evacuación directo o dirigido hacia un recipiente donde cae el agua.
Otras ventajas de la bomba de calor
Tu ropa delicada no se estropea ni encoge con el secado
¿Tienes jerseys de cachemir, angora o lana y camisas de seda? La secadora con bomba de calor funciona a la mitad de temperatura que una secadora clásica, es mucho más suave con los tejidos y muy adecuada para los más delicados. Ten en cuenta que el tiempo de secado es más largo que el de una secadora clásica.
Este tipo de secadora se puede instalar en un armario
Todas las secadoras con bomba de calor son modelos de condensación, lo que significa que no necesitan evacuación exterior. Solo necesitarás un enchufe para poder instalarla. Otra gran ventaja es que la secadora con bomba de calor libera muy poco calor, por lo que puedes instalarla dentro de un armario sin temor a que se recaliente. Eso sí, ten previsto un espacio para alcanzar y vaciar fácilmente el recipiente del agua.
Ya no necesitas limpiar el condensador
El condensador de algunos modelos de secadoras con bomba de calor se limpia automáticamente. En estos modelos, el aire circula en circuito cerrado, pasa por el condensador varias veces por ciclo y lo limpia.
Cuidado: En otras secadoras con bomba de calor no es necesario quitar el condensador como si fuese una secadora clásica. Para limpiarla solamente tendrás que quitar una vez al mes las fibras que se hayan quedado atascadas en las rejillas y pasar la aspiradora por las láminas verticales.
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